COMPETITIVIDAD REPROBADOS

Sánchez baños… lunes 1 de julio de 2007.

Poder y dinero

Competitividad. Reprobados

* Política fiscal y administrativa con poco interés en convertir a México en una nación altamente competitiva y pierde presencia internacional



Sabido es que la fe consiste en creer lo que la razón no puede creer.

Voltaire (nacido François-Marie Arouet) (1694-1778); escritor francés.



POR VICTOR SANCHEZ BAÑOS



Los últimos informes del Instituto para la Gerencia del Desarrollo (IMD, por sus siglas en inglés) confirman lo que desde 2000 era un hecho evidente: Nuestro país está siendo rebasado por otras naciones, en cuanto a competitividad se refiere. En el último ranking del World Competitiveness Yearbook, México ocupó la posición 56, apenas cuatro sitios por arriba del último lugar.

Los segmentos donde registramos mayor atraso son infraestructura y eficiencia en los negocios. En el primer rubro se contabilizan indicadores de infraestructura básica, tecnológica y ciencia, así como salud, medio ambiente y calidad. Cuando se evalúa el ambiente de negocios se analiza la productividad de las empresas, los mercados de trabajo y el financiero, las prácticas de gestión y el nivel de integración en el proceso de globalización.

México ha perdido competitividad por su incapacidad para reducir los costos de producción. Un ejemplo de esto es el gasto que las manufactureras realizan por consumo de energía eléctrica, pues, a pesar de que la inversión en infraestructura energética ha aumentado significativamente durante el presente sexenio, esto no se ha traducido en mayores ahorros para las compañías ni en una mayor independencia energética. Tan sólo el déficit de gasolina es de 300 mil barriles diarios.

Los únicos sectores que han podido consolidar su productividad son el automotriz, maquilador y electrónico, pero en cierta forma, la productividad de estos rubros se ha sustentado en tecnología importada.

Después de observar el desarrollo de la competitividad en México, es triste aceptar que esta es importada por corporaciones transnacionales. No hay una estrategia de gobierno para aumentarla y las políticas fiscales y administrativas, generalmente se convierten en simples manejos demagógicos que poco o nada sirven para superar los obstáculos de competencia internacional.

Sólo le apostamos a la competencia del mediocre: los bajos salarios. Es como evocar como único atributo el hambre.

Lo que es aún más preocupante es que, mientras México pierde competitividad, países como India o Portugal hacen todo lo que está en sus manos para ganar posiciones en los listados. Otros, como Chile o Japón, al menos buscan mantener su nivel.

La estrategia de obtener concesiones comerciales por medio de los tratados ha dejado de tener utilidad. En la actualidad, la Organización Mundial de Comercio cuenta más de 300 convenios comerciales en el mundo, situación que hace pensar a los analistas que en breve dejará de ser una ventaja real contar con un acuerdo bilateral o multilateral.

El escaso crecimiento económico internacional, el ingreso de China a la OMC, los efectos del terrorismo en las relaciones comerciales y el retroceso de México en el ranking mundial de las economías más importantes del mundo, que elabora el Fondo Monetario Internacional, llevaron al gobierno federal a acelerar la implementación de una serie de políticas que tienen como principal objetivo elevar la competitividad de las firmas establecidas en territorio nacional.

PODEROSOS CABALLEROS.- Esta serie de acciones se integró a otras que ya contemplaba el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006. Los principios sobre los que se cimentó la nueva agenda, según el Programa de Acciones Concretas para Elevar la Competitividad, del gobierno del presidente Fox son: Fortalecimiento del mercado interno; Integración de sectores al proceso de globalización; Apoyo a las compañías de menor tamaño; Reducción de la brecha tecnológica; Generación de empleos mejor remunerados; Creación de una nueva cultura empresarial. Bajo estos principios, el gobierno federal implantó la Política Económica para la Competitividad (PEC), de la cual se desprendió el Consejo Presidencial para la Competitividad, en donde el sector privado ha encontrado un espacio de participación. Los objetivos del consejo han sido básicamente dos: mejorar el ambiente de negocios e iniciar la transición hacia una economía de innovación. Pero, al final de cuentas poco se logró. Con el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, de Felipe Calderón, la competitividad sólo es letra de molde y poco se ve que pueda cambiar el panorama del sector productivo debido a que es un plan muy similar a la de sus antecesores presidenciales.

CHIQUILLERIA.- Un viejo programa de radio, Monitor, salió del aire de sus frecuencias después de 35 años al aire. El conductor acusa al gobierno de Felipe Calderón de frenar la publicidad oficial para su programa. El asunto es que ese conductor, José Gutiérrez Vivó, fracasó en su actividad empresarial y se enfrasco en pleitos jurídicos onerosos y compró un periódico que después lo desbarató por ineficiencia en el manejo de su concepto periodístico. Así son los negocios y no es justo acusar a otros de los errores personales. Claro, ahora quiere presionar al gobierno de Calderón para que lo rescate. Así es como se comportan algunos empresarios deshonestos. *** Por cierto, les ofrezco una disculpa por no haber escrito en los últimos tres días. Esto se debió a un problema de salud.

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