ETANOL, ENERGIA, ECOLOGIA, ECONOMIA Y FUTURO.
Por. José Alfredo Acosta Vásquez.
ETANOL, ENERGIA, ECOLOGIA, ECONOMIA Y FUTURO.
“CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE”
Los tiempos actuales son voraces e implacables, exigen cada vez más de mayores volúmenes de combustibles para la generación de energía que mueva al mundo, el consumo de este elemento en todas las formas categorías y requerimientos, para la conservación de alimentos, producción de estos, transporte de insumos y de personas así como de las materias que requiere la industria en sus procesos, demandan como lo manifesté de fuentes generadoras de energía que satisfagan todas y cada una de las actividades que requerimos para subsistir.
El petróleo de México, en tiempos nada lejanos dejará de producirse, ello nos traerá como consecuencia y de entrada falta de ingresos por su venta, originándonos un efecto boomerang y una peligrosa recesión así como dependencia hacia los países productores de energéticos, a tal grado que veremos, frenada en importante medida nuestra economía y nuestro desarrollo; el retroceso será inminente si no estamos preparados para esta eventualidad que desde ahora sin pretender ser alarmistas, pero si realistas se puede clasificar, como una autentica emergencia de estado.
Será inminente sin temor a equivocarnos, la baja en la producción de la mayoría de los elementos que requiere la nación para subsistir, la búsqueda de fuentes alternas de energía nos exige prioritariamente a reactivar el campo mexicano, esto no es el hilo negro, países como Brasil han explorado este terreno y a la fecha el uso del etanol es una práctica normal en este país, que es parte estratégica de su economía.
Otro aspecto relacionado con el tema, no menos relevante y muy preocupante, tiene que ver con la preservación de los recursos naturales y el equilibrio ecológico.
Es evidente que día a día, el ambiente se deteriora significativamente, a pasos acelerados y una de las principales causas se originan, precisamente, en la combustión de energéticos de origen fósil que constituyen y aportan hoy en día el principal energético, para la industria, agricultura, el transporte y el consumo humano en prácticamente todas sus actividades; por eso se hace urgente una transición hacia energéticos menos contaminantes y limpios.
Para lograr un mejor entorno se requiere de significativas economías en el uso de los energéticos y transformaciones en los patrones de consumo congruentes con la economía energética.
México cuenta con grandes extensiones de tierras no utilizadas o abandonadas, claro es, que están así, debido a la carencia de infraestructura incorporadas a ellas como obras de riego, falta de financiamientos programas y recursos que puedan sustentar las actividades del campo, sumado a la falta de rentabilidad en el proceso agrícola derivado no solo a la especulación de los productos del campo con precios meramente simbólicos y a la falta de conocimiento para una ética y rentable comercialización, pues el campo mexicano tiene un atraso en su manejo y concepción de antes de la época porfirista, ( En la época de Don. Porfirio Díaz, el país rompió record en la producción de maíz, esto jamás se ha podido repetir en los “Tiempos Modernos”); lo que nos ha traído ancestralmente para campesinos y agricultores extrema pobreza, marginación y como consecuencia abandono y migración a países como Estados Unidos y Canadá y otros más lejanos.
Sin embargo, los tiempos que estamos viviendo así como los pronósticos nada halagadores acerca de nuestro petróleo exigen que nos pongamos a trabajar en lugar de estarnos lamentando, es hora de reactivarnos con una nueva filosofía. Estamos a tiempo.
Papel importante y estratégico juegan en este momento nuestras instituciones educativas, en quienes debemos confiar el desarrollo de proyectos para utilizar con eficiencia los insumos derivados del campo, para diseñar, crear y construir la infraestructura necesaria para un sustentable y muy rentable aprovechamiento, en la sustitución gradual de energéticos, así también para encontrar un equilibrio sano entre los satisfactores agrícolas, destinados al suministro de energéticos y alimentos para el consumo humano, pues ya están generándose signos en los mercados internacionales de las alzas que tendrán los productos agrícolas, en particular las semillas, caña de azúcar, así como todos los productos emanados del campo susceptibles de ser utilizados para su conversión a etanol y biodiesel, lo que traerá aparejado un inevitable e inminente incremento en sus precios, pues resultará sin ningún temor a equivocarnos mucho más rentable hacer energéticos que vender en los tianguis y mercados y centrales de abasto, las semillas y orgánicos propicios para la producción de etanol.
En este campo entrara en juego la producción agrícola con semillas y vegetales modificados genéticamente, debido a la alta productividad que están demostrando tener, lo cual de ser utilizado para consumo humano o animal podría representar un riesgo, aun mas para los campos que se destinen para su cultivo.
Por eso se hace patente la necesidad de ir creando desde ahora las reglas y los instrumentos necesarios para sentar desde ahora y no cuando sea demasiado tarde las bases que nos den el exacto equilibrio a favor del ser humano y la naturaleza para preservar y satisfacer óptimamente sus condiciones de vida y salud de la mejor forma. Hace días surgió un comentario nada halagador de lo que estaba pasando en el campo morelense, que posteriormente dieron a conocer algunos medios y que para ser más preciso decía “EN PELIGRO LA PRODUCCION DE MAS DE SEIS MIL TONELADAS DE AGAVE AZUL, EN MORELOS, POR FALTA DE COMPRADORES”.
A pocos espantan en estos tiempos este tipo de noticias y nos preocupan más otras como la inseguridad, etc. sin embargo si reflexionamos con frialdad, vemos que en mucho nos afecta que los agricultores de un estado de los que conforman nuestro país, que con su ingreso, podrían estar planeando junto con su prosperidad financiera el inicio de nuevas siembras y generación de empleos, evitándose como es el posible caso, quedar sumergidos en el endeudamiento, debido a que el precio del tequila se afecta con una sobreproducción de agave y es mejor acabar con un sueño que significa sino la quiebra de nuestros paisanos agricultores, un quebranto serio en su patrimonio, pero no permitir que una bebida nacional pierda precio.
En este contexto vemos un juego de intereses muy validos, sin embargo el no contar con alternativas nos presiona y nos cierra la imaginación.
Pues bien señores, cabe aquí hacer un planteamiento, que es, el establecimiento de bases congruentes con la realidad, para hacer de nuestro país, líder en la promoción de tecnologías orientadas a la elaboración de proyectos para el desarrollo de las fuentes de energía que sustituyan el petróleo. De ahí que parta la idea de ser incluyente en este compromiso para que nuestras instituciones universitarias, tecnológicas agropecuarias, etc. participen en la elaboración, investigación y ejecución de proyectos
Inherentes al tema mencionado.
En este contexto no debemos dejar pasar el posicionamiento que tendrá en este renglón la industria alcoholera del país, también veremos actuar a las grandes corporaciones internacionales, que trataran a como dé lugar apropiarse de la producción nacional, el control del mercado y de las tierras idóneas o el monopolio de la producción, estableciendo los precios y condiciones de los productos del campo propios para la producción de energéticos.
Citando nuevamente a Brasil, las autoridades de agricultura, están más que de plácemes, pues el resultado en la producción de etanol ha resultado más que elocuente y rentable, pues han logrado sustituir gradualmente el uso de la gasolina, al mezclar esta con etanol, en una proporción importante, que significa un logro en beneficio de la ecología y de la propia economía del país.
Nos preocupamos por los importantes ingresos de divisas al país por parte de los migrantes que sufren un trato inhumano y bestial, cuando esta nación podría ser proveedora importante de los recursos que sacarían de la pobreza a millones y millones de mexicanos, que pierden la esperanza de una mejor vida para sus hijos.
“UN PAIS QUE NO ES AUTOSUFICIENTE EN SU ALIMENTACION, NO TIENE POSIBILIDADES DE PARTICIPAR EN EL ENTORNO DE LAS ECONOMIAS GLOBALIZADAS”
La falta de imaginación de los gobiernos federal y estatales aunado al juego de intereses, evita que México progrese y que sus habitantes dejen de vivir en la miseria, marginación, buscar en otros países recursos para mitigar el hambre y el abandono económico de sus familias.
El petróleo de México, en tiempos nada lejanos dejará de producirse, ello nos traerá como consecuencia y de entrada falta de ingresos por su venta, originándonos un efecto boomerang y una peligrosa recesión así como dependencia hacia los países productores de energéticos, a tal grado que veremos, frenada en importante medida nuestra economía y nuestro desarrollo; el retroceso será inminente si no estamos preparados para esta eventualidad que desde ahora sin pretender ser alarmistas, pero si realistas se puede clasificar, como una autentica emergencia de estado.
Será inminente sin temor a equivocarnos, la baja en la producción de la mayoría de los elementos que requiere la nación para subsistir, la búsqueda de fuentes alternas de energía nos exige prioritariamente a reactivar el campo mexicano, esto no es el hilo negro, países como Brasil han explorado este terreno y a la fecha el uso del etanol es una práctica normal en este país, que es parte estratégica de su economía.
Otro aspecto relacionado con el tema, no menos relevante y muy preocupante, tiene que ver con la preservación de los recursos naturales y el equilibrio ecológico.
Es evidente que día a día, el ambiente se deteriora significativamente, a pasos acelerados y una de las principales causas se originan, precisamente, en la combustión de energéticos de origen fósil que constituyen y aportan hoy en día el principal energético, para la industria, agricultura, el transporte y el consumo humano en prácticamente todas sus actividades; por eso se hace urgente una transición hacia energéticos menos contaminantes y limpios.
Para lograr un mejor entorno se requiere de significativas economías en el uso de los energéticos y transformaciones en los patrones de consumo congruentes con la economía energética.
México cuenta con grandes extensiones de tierras no utilizadas o abandonadas, claro es, que están así, debido a la carencia de infraestructura incorporadas a ellas como obras de riego, falta de financiamientos programas y recursos que puedan sustentar las actividades del campo, sumado a la falta de rentabilidad en el proceso agrícola derivado no solo a la especulación de los productos del campo con precios meramente simbólicos y a la falta de conocimiento para una ética y rentable comercialización, pues el campo mexicano tiene un atraso en su manejo y concepción de antes de la época porfirista, ( En la época de Don. Porfirio Díaz, el país rompió record en la producción de maíz, esto jamás se ha podido repetir en los “Tiempos Modernos”); lo que nos ha traído ancestralmente para campesinos y agricultores extrema pobreza, marginación y como consecuencia abandono y migración a países como Estados Unidos y Canadá y otros más lejanos.
Sin embargo, los tiempos que estamos viviendo así como los pronósticos nada halagadores acerca de nuestro petróleo exigen que nos pongamos a trabajar en lugar de estarnos lamentando, es hora de reactivarnos con una nueva filosofía. Estamos a tiempo.
Papel importante y estratégico juegan en este momento nuestras instituciones educativas, en quienes debemos confiar el desarrollo de proyectos para utilizar con eficiencia los insumos derivados del campo, para diseñar, crear y construir la infraestructura necesaria para un sustentable y muy rentable aprovechamiento, en la sustitución gradual de energéticos, así también para encontrar un equilibrio sano entre los satisfactores agrícolas, destinados al suministro de energéticos y alimentos para el consumo humano, pues ya están generándose signos en los mercados internacionales de las alzas que tendrán los productos agrícolas, en particular las semillas, caña de azúcar, así como todos los productos emanados del campo susceptibles de ser utilizados para su conversión a etanol y biodiesel, lo que traerá aparejado un inevitable e inminente incremento en sus precios, pues resultará sin ningún temor a equivocarnos mucho más rentable hacer energéticos que vender en los tianguis y mercados y centrales de abasto, las semillas y orgánicos propicios para la producción de etanol.
En este campo entrara en juego la producción agrícola con semillas y vegetales modificados genéticamente, debido a la alta productividad que están demostrando tener, lo cual de ser utilizado para consumo humano o animal podría representar un riesgo, aun mas para los campos que se destinen para su cultivo.
Por eso se hace patente la necesidad de ir creando desde ahora las reglas y los instrumentos necesarios para sentar desde ahora y no cuando sea demasiado tarde las bases que nos den el exacto equilibrio a favor del ser humano y la naturaleza para preservar y satisfacer óptimamente sus condiciones de vida y salud de la mejor forma. Hace días surgió un comentario nada halagador de lo que estaba pasando en el campo morelense, que posteriormente dieron a conocer algunos medios y que para ser más preciso decía “EN PELIGRO LA PRODUCCION DE MAS DE SEIS MIL TONELADAS DE AGAVE AZUL, EN MORELOS, POR FALTA DE COMPRADORES”.
A pocos espantan en estos tiempos este tipo de noticias y nos preocupan más otras como la inseguridad, etc. sin embargo si reflexionamos con frialdad, vemos que en mucho nos afecta que los agricultores de un estado de los que conforman nuestro país, que con su ingreso, podrían estar planeando junto con su prosperidad financiera el inicio de nuevas siembras y generación de empleos, evitándose como es el posible caso, quedar sumergidos en el endeudamiento, debido a que el precio del tequila se afecta con una sobreproducción de agave y es mejor acabar con un sueño que significa sino la quiebra de nuestros paisanos agricultores, un quebranto serio en su patrimonio, pero no permitir que una bebida nacional pierda precio.
En este contexto vemos un juego de intereses muy validos, sin embargo el no contar con alternativas nos presiona y nos cierra la imaginación.
Pues bien señores, cabe aquí hacer un planteamiento, que es, el establecimiento de bases congruentes con la realidad, para hacer de nuestro país, líder en la promoción de tecnologías orientadas a la elaboración de proyectos para el desarrollo de las fuentes de energía que sustituyan el petróleo. De ahí que parta la idea de ser incluyente en este compromiso para que nuestras instituciones universitarias, tecnológicas agropecuarias, etc. participen en la elaboración, investigación y ejecución de proyectos
Inherentes al tema mencionado.
En este contexto no debemos dejar pasar el posicionamiento que tendrá en este renglón la industria alcoholera del país, también veremos actuar a las grandes corporaciones internacionales, que trataran a como dé lugar apropiarse de la producción nacional, el control del mercado y de las tierras idóneas o el monopolio de la producción, estableciendo los precios y condiciones de los productos del campo propios para la producción de energéticos.
Citando nuevamente a Brasil, las autoridades de agricultura, están más que de plácemes, pues el resultado en la producción de etanol ha resultado más que elocuente y rentable, pues han logrado sustituir gradualmente el uso de la gasolina, al mezclar esta con etanol, en una proporción importante, que significa un logro en beneficio de la ecología y de la propia economía del país.
Nos preocupamos por los importantes ingresos de divisas al país por parte de los migrantes que sufren un trato inhumano y bestial, cuando esta nación podría ser proveedora importante de los recursos que sacarían de la pobreza a millones y millones de mexicanos, que pierden la esperanza de una mejor vida para sus hijos.
“UN PAIS QUE NO ES AUTOSUFICIENTE EN SU ALIMENTACION, NO TIENE POSIBILIDADES DE PARTICIPAR EN EL ENTORNO DE LAS ECONOMIAS GLOBALIZADAS”
La falta de imaginación de los gobiernos federal y estatales aunado al juego de intereses, evita que México progrese y que sus habitantes dejen de vivir en la miseria, marginación, buscar en otros países recursos para mitigar el hambre y el abandono económico de sus familias.
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